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El Caso de Lipigas

Con el fin de potenciar sus procesos, y luego de un profundo análisis de las oportunidades y potencialidad económica detrás de la medición de variables de energía, en 2019 Lipigas decidió aplicar la tecnología IOT (Internet de las Cosas) para implementar un sistema de gestión de la energía, que permitiese identificar e implementar mejoras. El objetivo principal de esta iniciativa fue generar ahorros energéticos y mejorar la gestión de los consumos, sin embargo, al poco andar se notó un impacto relevante a nivel medioambiental. Como parte de la evaluación financiera, se decidió no hacer una gran intervención, sino más bien ir paulatinamente identificando oportunidades en las diversas plantas de la compañía, partiendo por aquellos equipos claves de los procesos productivos, tales como las bombas de GLP, compresores de aire y selladores.

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Junto a Clickie

Expertos en monitoreo y gestión energética, fueron definiendo diversas estrategias para optimizar el consumo, evaluando la efectividad de las medidas y su impacto en el corto, mediano y largo plazo. Desde sus comienzos, algunas de las mejoras que se han implementado son la optimización del uso de bombas en función de la producción, así como también la del uso de aire en los compresores (a través de la disminución de fugas en los circuitos), y del uso de luminarias; el apagado de compresores y bombas en horarios de no utilización, la reducción del tiempo de encendido previo de la máquina de sellos, la gestión de fugas de aire de compresores, y la gestión de compresores en función de la producción, evitando consumos en estado standby. Para Jan Volker, jefe de Plantas Zona Norte de Lipigas y líder de este proyecto, ha sido fundamental llevar la información a los equipos locales de las plantas, generando reuniones que permiten visibilizar y materializar los procesos. “Lo más importante son los KPI que hemos logrado generar al tener las mediciones necesarias. Los kilowatts hora por tonelada producida nos ha permitido ir comparando mes a mes los procesos productivos y entender qué va pasando y dónde podemos intervenir para generar y detectar oportunidades”.

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Hacia la carbono neutralidad

Además, la información histórica ha permitido hacer comparaciones año a año del comportamiento energético de los distintos procesos. Realizando un comparativo del consumo de la Planta Concón, por ejemplo, se generó un ahorro de cerca de un 20% entre el año 2020 y el 2021, y a nivel general, las plantas han alcanzado un ahorro de un 8%. Estos equivalen a unas 178 toneladas de CO2 que se dejaron de emitir, similar a plantar 9.044 árboles. De cara al futuro, Lipigas ha establecido el desafío de transformarse en una empresa carbono neutral y ya ha certificado todas sus plantas en ISO 45.001 y algunas en ISO 14.001. Actualmente, se están revisando los momentos de plantas detenidas y la energización permanente de ciertos equipos, buscando identificar qué otras variables se pueden mejorar con miras a una gestión más sustentable de la compañía.

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